JORGE-ERNESTO - 2007-09-01 00:00:00
Rosas rojas y amarillas que tienen como comparsa un enjambre de pimpollos que coquetean mirándose algunos en el brillo de la mesa como si fuera un espejo, un arreglo floral, un hermoso ramo de flores, que tiene como protagonistas a unas rosas llenas de frescura.
El pintor no puede evitar el deseo de atesorar las sensaciones que en él produce el entorno que suscita su predisposición observadora de las flores que él recrea magistralmente, un cúmulo de intenciones que resultan ser un continuo estímulo para apurar los matices que cada rosa, cada pimpollo requiere, bañándolos de fantasía en su pincel, donde se revelan aquellos aspectos a resaltar y que hacen de lo normal algo único.
Cada hoja, cada pétalo, cada elemento que Dumitru hilvana y da sentido en su composición, es una oda de color a la naturaleza más próxima como son las flores, capturando en su desafío, la frescura y el colorido que regula la intensidad de su factura cromática, dando lugar a un particular lirismo de línea vibrante que esfuma el contenido a favor de una atmósfera que todo lo inunda, creando unos preciosos ramilletes de flores.
En este sentido, mucho tiene que ver la luz que el pintor articula sobre la intimidad de las formas, su luz es una luz agradecida, creadora de ambientes, que da sentido al dibujo, que resalta la representación de las flores que se van generando dentro de la estructura de la composición, incluso, advierte la presencia de flores que parecen querer pasar inadvertidas, mientras que a otras les da solvencia para que adquieran un especial protagonismo.
Dumitru Felciuc, tiene una paleta riquísima, le da lo mismo utilizar una u otra rosa cromática, sus colores tan luego tienen la intensidad de un volcán como luego la frescura del remanso de un océano sereno, colores cálidos y frescos que se agradecen en su composición, dejándonos la sensación de su versatilidad, como en este bodegón donde la belleza se manifiesta sin mayor rebusco.
Felicitaciones al pintor por dejarnos admirar sus obras, donde los recursos técnicos son más que evidentes y su personal sentido de creación en la elaboración de sus composiciones muy eficaz.
Antonio_Guzzo - 2007-05-21 00:00:00
Dumitru Felciuc es un maestro, pinta según el placer o bien su necesidad interior exuberante y por momentos rasgada... En esta obra, a diferencia de otras nos muestra un cuadro fidedigno de flores distribuidas con un perfecto equilibrio y sentido del espacio. Los detalles abundan aunque aparenta sencillez, entre otros los pimpollos que besan la superficie brillante y se miran asimismo embelesados, una rosa suelta aun al costado del florero el cual cumple su función en el silencio de su propia sombra, de su propio color... la distribucion de las flores segun su color tampoco son azarosas, tiene que ver con el fondo y con el reflejo del apoyo... en fin, un tema clásico que es una maravilla Dumitru se destaca en cualquiera de las obras que he alcanzado a ver y dentro de su estilo tiene estilos según su necesidad, segun su deseo, segun su sentir... es un maestro en cada una de ellas