Nace un nuevo ser, más cercano aunque todavía inmensamente lejos de lo desconocido, que sabe que no es la mente lo que le va a llevar a la plenitud. Es un algo que te va a regalar la libertad, la felicidad, un algo que mediante el cuerpo y la condición humana te va a acercar a lo divino, un mediador entre cielo y tierra, un algo luminoso, apartado de la cárcel de la psique, de las pasiones, de los miedos, algo de lo que los humanos de a pie sólo conocemos el reflejo confuso…la conciencia puede que venga de camino (espero no equivocarme esta vez).