BREVE ENCUENTRO CON EL HIPPY ADRIAN EN LA NORTH STREET, A CIEN METROS DEL EMBUDO COMERCIAL POR DONDE SE CUELA A DIARIO LA MÁS TONTA DE TODAS LAS FLAQUEZAS...
hombre, shit!
Adrian,
¡cuánto tiempo!
¿y esasssssssss
botasssssssss?
¿y qué fue de Louise?
¿y qué fue de la Fender?
¿y qué del doberman?
¿y qué fue de todos,
del planeta,
de la moral,
la cuadratura del círculo
y el círculo de la anarquía
inmaculada de
Chesterton?
¿y qué fue de la pena (*),
eh,
qué me dices ahora
que se ve que te sobran
botassssssssss
de pisada subterránea?
Pero…
But…
¿cómo decías
que te iba
en la vida?
“Como a un pez
en la boca
de Tennyson.
Fuck!!”
Pues ya somos
1 + 1 = 2
Venga,
con Dios… y Darwin.
See you later.
*) Pena: Dícese de toda revolución frustrada por un parto súbito, una especie de empujón con logaritmo, como pensándotelo dos veces y que encima te suspendan. “Mejor,” –dijo Saramago- “nos dejamos de revoluciones y nos inventamos un nuevo término comunista. ¿Qué os parecería desfronterización o desaduanización?”
Fotografía y texto (c) Daniel Yáñez González-Irún, 2010