NOCHE DE CRISÁLIDAS
Puedes enfadarte conmigo
porque no haya comprendido
tu presente sentir,
porque no haya reparado
en tu flor más bella
o porque no he tenido la suerte
de encontrarte deambulando embelesada en tu jardin,
oh, siempre perfumado
de esencias...
...o porque,
embriagado,
haya pretendido encerrar
sentimientos de décadas
en un sólo grito desesperado.
Puedes enfadarte conmigo
porque, absorto de éxtasis,
no haya respetado tus tiempos,
no haya recordado
que no pueden encerrarse
diez millones de sentencias
en una cáscara de nuez.
o porque
no haya querido entrar
en el juego de la adulación sin límites,
del aplauso indefinido,
del halago interminable,
porque andas desalentada
tras ellos
y veo
que no recuerdas
que el arte hay que labrarlo
per se
cada día
y que la autocomplacencia y los engaños recibidos
taponan
la nueva creatividad.
Puedes enfadarte conmigo
porque al girar en mi frenética
danza con tus mariposas
haya rozado golpeando
la puerta de tu discreción
o porque
no te haya recordado en cada línea
que sólo cabe cuanto cabe de té
en una taza,
y que una gota más
rebosa..
Puedes enfadarte conmigo
porque, locamente,
haya convertido mis viejos años
en 29,
en secreto,
sin mentirte,
y haya soñado tener unos suspiros
del amor profundo
que intuyo que sabes dar
o porque no te hubiere
dicho a tiempo:
mira tú atentamente a tu vez
mi obra,
mujer,
y recuerda que yo también pinto,
desde hace siglos
pinto...,
y que
quizás,
sólo remotamente quizás,
sientas que es verdad que nuestras almas
comparten algunos
de esos espacios que no son espacios
de que tanto hablamos
y podrías adivinar
que en este cuadro mio
de "Noche de crisálidas"
a punto están de desplegar sus alas
bandadas multicolores
de mariposas
sobre que las que podríamos haber viajado juntos
con nuestra amistad.
Puedes enfadarte conmigo
porque haya pretendido de ti
que a cambio del millón de besos
que ya te he recorrido
me hubieras escrito tú
uno sólo,
para despedir tu siempre amada carta.
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