El hombre es un domador de fiera,
desde el inicio de las civilizaciones.
Desafían sus fuerzas como las columnas de Atlas.
Destruyen reinos, feudos, ciudadela.
Las fieras están en la línea de sombra,
en el crepúsculo de las cuevas.
El hombre esconde una historia,
su pasado y su presente,
en los hilos del minotauro,
en la oscuridad del mar,
con el ulular de las sirenas.
Es el viento tormentoso.
Los huracanes de alacranes,
Las ramas del quintral.
Las bestias rompen fronteras
con el llanto de un recién nacido.
El hombre es un domador de fiera,
esta sentado en el mar de la angustia,
en el circo de los leones hambrientos,
son las bestias como brujas aladas.
Texto (c) Marietta Morales Rodriguez
Fotografía (c) Daniel Yáñez González-Irún, 2010