Vuestra alma es, a veces, un campo de batalla sobre el que vuestra razón y vuestro juicio combaten contra vuestra pasión y vuestro apetito.
Si vuestras velas o vuestro timón se rompieran, no podríais más que agitaros e ir a la deriva o permanecer inmóviles en medio del mar. Porque la razón, gobernando sola, es una fuerza limitadora y la pasión, desgobernada, es una llama que se quema hasta su propia destrucción.
Por, lo tanto, haced que vuestra alma exalte a vuestra razón a la altura de la pasión, para que cante.
¡Muchas gracias por tu comentario acerca de mi obra!! ¡ESpero ver desarrollada la PASIÓN en más trabajos! En esta obra se la ve muy controlada, o sea, sin salir de su cauce!!! Hay que permitir que se libere! jaajjj