Texto (c) Flavio Crescenzi
Fotografía (c) Daniel Yáñez González-Irún, 2009
Escuchar palabras como fuentes, como aguas frescas de ilusión temprana,
como esa sed clarividente que besa y seca labios si están presos de bravura.
Escuchar una razón que nos haga respetar el molde incluso antes de quebrarlo;
la sombra, antes de colgarla en un perchero.