Siendo la zona de tolerancia más peligrosa de la zona costa, ubicada a la orilla de lo que antes fue la vía ferroviaria rumbo a Arriaga, este lugar funciona de manera clandestina desde hace décadas, ofreciendo los servicios de mujeres hondureñas, costarricenses y salvadoreñas, siendo estas la mayoría en el lugar, ofreciendo sus servicios en bares y cantinas clandestinas y que aparentemente están revisadas por salubridad.