La Madre Kali es la divinidad femenina más importante dentro del hinduismo, ya que representa el aspecto femenino de Dios.
Es una diosa triple, que teniendo como característica las tres fases de la luna, es responsable de la creación, la preservación, el karma y/o la destrucción. Así lo denotan los diversos brazos que representan los diferentes poderes que posee.
Simboliza tanto lo bueno como lo aterrador presentes en la naturaleza cósmica.
Es portadora de felicidad y de la alegría por vivir.
Es omnipotente, absoluta y está más allá de la existencia finita. Protege a sus devotos contra el miedo y les proporciona paz ilimitada, resultante de la transmutación del ego.
Destruye aquello que mantiene al ser humano separado de su divina fuente, y le recuerda que la liberación no puede ser alcanzada mientras permanezca atado a las limitaciones humanas.
Kali ataca todo obstáculo interno hacia la iluminación, como la ignorancia, la incoherencia, el egoísmo y la falsedad.