Es un poco de nostalgía por aquellas rondas de juego de jacks, envidiando a los que tenían las manos grandes y podían agarrarlos todos de una sóla vez. Ojalá y la inocencia perdida de las niñas las pudiera traer un juego de jacks hoy día, el cual nos obligaba a vivr lo sabroso d sntarnos en el suelo al compás de la pelotita de goma!