Dedicado a todos los que, gracias a las artes, disfrutamos de la capacidad de volar, de darnos un tiempo para “vivir en la luna”, de mirar a nuestro convulsionado planeta desde afuera, y aún así, seguir pensando que el cambio es posible. Sólo hace falta que cada uno de los millones de habitantes de este mundo, deseen el bien de quien vive a su lado. Utopía? Puede ser, pero me gusta pensar en esa posibilidad.