Goyo - 2007-03-09 00:00:00
Godiño es una pintora de seres y personajes. Con una paleta dúctil, sensible, refinada, quimerica y no agresiva, esboza unos personajes/seres intemporales, cuya corporeidad no tiene una concreción física ni temporal, son parte de un imaginario fantástico que nos sirve para descargar melancolías y tristezas o ansias y deseos.
Es un mundo flotante, tal como los fondos de color no los hacen ver, donde se representa la existencia de lo que se gesta en nuestra mente, ese delirio conmovedor que de vez en cuando nos ataca y en el que tratamos de reflejarnos, de conciliarnos con nuestros anhelos de encontrarnos con otras realidades, sin darnos cuenta ni percibir que esta obra ya nos las está extrayendo de nuestra fantasía para hacerlas vivir y compatir nuestra existencia. Al fin y al cabo se trata de mirarnos a nosotros mismos con otros ojos.
Obra que no tiene otra dimensión que un pensamiento plástico destinado a materializar con esos recursos la magia de la pintura, del arte, con el fin de que sea una forma más de plasmar nuestra inquietud, que podamos visualizarla en otro ámbito y con otra ordenación.
Una muestra muy apreciable y muy sincera.