“Bien pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido
de familia en familia, de mujer en mujer.
… …
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero, se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido, mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.”
Cito uno de los poemas de Alfonsina,
mujer luchadora, revolucionaria y emprendedora,
maestra y escritora.
Sus últimos poemas son un llanto roto a la esperanza perdida,
a una vida agotada, un canto de despedida,
para romper con una ola la inmensa mar en calma,
y dejar llevarse al viento los versos que nunca escribió,
porque al final sucumbió entregando al mar su alma.
Quedaron en un arcón sus poemas,
con su lucha encarnizada para liberar a la mujer,
que aunque frutos del ayer, perdurarán hasta mañana.
Siempre canté su canción, y hoy he querido pintarla
Para llamar a la puerta de los corazones que vencen sus miedos,
que miran al cielo y adelante marchan
y no dejan morir sus ideas, sus amores, su mañana.
Serie “Esperanza”