Paseando, sus edificios parecieran querer abrazarme. Punto de encuentro de inventores y artistas, poetas y políticos. Hombres y mujeres que, por ella, tocaron el mar. Hombres y mujeres que, por ella, se sentian solos en la soledad que buscan y piden y necesitan los que aman. Hombres y mujeres pendientes de ilusiones, de niños por llegar a sus "caballitos". Hombres y mujeres sentados saboreando ratos de sol y sombra persiguiendo las miradas de los que las buscaban en otros barrios. Otras salen de tí, como venas que recorren cuerpos; venas llenas de sangre como aquellas de nosotros. Campo de juego, campo de batalla, campo de unión y reunión para la paz y para la guerra. Altar donde profesar culto a la palabra. Paso obligado a mi casa, a mi tierra, a mi ciudad... a mi mundo. Lugar donde quedar, donde estar...
Mastia, Qart Hadas, Cartago Nova, Qartayanna... en todas estuviste, de todas formaste parte. Fuiste, seguramente la que nos unió.
Que bonito pasear dejándome abrazar por tus edificios y sintiendo tu mejor perfume, aromas de mar con el que cautivas. Paseando por tus entrañas regreso a mi infancia, a mis recuerdos...
No permites, y esa es tu grandeza, que perdamos lo que siempre fuimos... quizá niños corriendo por tu "cuerpo" en busca de sus "caballitos".
(pequeño homenaje a una de las calles más emblemática de la ciudad de Cartagena)