BALDERAS - 2009-04-22 00:00:00
Un viejo portalón es suficiente para trasportarnos a la magia de la ciudad de los canales. Esta capacidad de sugerir, más allá de lo que se representa, es un elemento esencial de la obra artística. De aquí lo acertado en la elección del tema.
Y por supuesto maestría y gracia en la ejecución: limpieza en las luces, con sutiles aguadas calidamente entonadas, transparencia en las sombras, con el granulado de los ultravioletas dando texturas y contrastes, soltura en la pincelada y por supuesto, los reflejos en el agua, el alma de Venecia, a los que tanto se presta esta técnica: he aquí los ingredientes de una acuarela encantadora