tenemos dos ojos porque uno es para ver afuera y el otro para ver adentro. Cuando sueño, muchas veces abro el ojo que mira hacia dentro. cuando se abre voluntariamente el ojo interior, se está casi casi consciente; sentado a lo buda, o recostado como durmiente, llegan imágenes, primero como fotos únicas, luego como secuencias, y uno está a dos segundos de las fotos, pues se despierta enseguida... En este cuadro interpreto una imagen tan recurrente que me viene a la cabeza una y otra vez.