Antonio_Guzzo - 2008-11-05 00:00:00
La pasión no tiene sutilezas, la pasión es un ente arrasador y así lo entiende Sara Diciero.
La pasión es una emoción incontrolable que desde un centro latente, casi ajeno al caos centrípeto que provoca, no expulsa sino que atrae y absorbe todo cuanto esta a su alcance y sea combustible a esa energía arrolladora.
Ninguna trama le es obstáculo en su avance, estas también sucumben y tienden a desaparecer en el fragor.
Sara distribuye los colores y líneas de las tramas mostrándonos como el intento de escapar a una pasión volcánica es casi un imposible que se manifiesta en los movimientos radiales y las fuerzas con que se rozan los distintos campos...
Es digno de leer todo este universo en movimiento que no seja en su afán de mostrar como es, como se vive una pasión volcánica.