Esta obra de gran tamaño, refleja la alegría de los jovenes Icaros en su vuelo, desdeñado que pronto perderán las plumas y volverán a la tierra que ahora ven lejos. En tonos suaves, emite tranquilidad a la vez que por su trazo espontáneo, no la deja libre de movimiento. Se expuso durante el mes de febrero de 2008, en la Galería de Arte San Vicente de San Vicente del Raspeig, Alicante en el "I Encuentro Nacional de Artista Amantes del Arte" Manolo Lopez Fuentes.