Pons-Tello - 2008-10-10 00:00:00
Cada lugar es como una sensación almacenada en la memoria. El lenguaje emocional se articula con colores y elementos dispuestos en la composición del espacio.
En esta obra prevalece la imagen de serena soledad. Los dos barcos navegan en un paisaje azulado que sugiere inmensidad cósmica. Cielo y mar se confunden en un todo armónico.
Cada barco de esos se parece a la individualidad personal. Seres solitarios, pero indómitos, siempre a la búsqueda de un nuevo viaje, de un desconocido y lejano puerto donde amarrar.
Mar antiguo de tantos viajes iniciáticos. Odisea permanente de la naturaleza humana.