Ante el desconcierto provocado por la hiperrealidad del objeto, cuyo ángulo, selección y manipulación nos hacen deducir que más allá del impacto de la figuración y la veracidad de la representación se esconde a medias todo un mundo de intenciones y revelaciones que parecen apoderarse de una iconografía particular para a través del objeto crear un espacio en el cual poder dialogar y servir de puente entre el artista, su obra y el espectador. La manipulación y descontextualización de un objeto de uso cotidiano, con una función predeterminada que se hace irreconocible ante quienes observan el resultado final de una obra en la cual el mismo objeto ha pasado al rol protagónico de una escena en la cual su singular presencia a una mayor escala lo desproporcionan de la realidad a la vez que lo sitúan en una especie de pedestal desde el cual nos trasmite un nuevo contenido.