Lo cotidiano en nuestras sociedades tercermundistas (y primermundistas también)es el abuso a los derechos humanos, la violencia y la corrupción de nuestros guardianes del orden. (Que ironía)
La indiferencia, la apatía de nuestras actitudes son las generadoras de estos actos.
Las sociedades analfabetas como las nuestras, saturadas de información falsa emitida por la televisión y la radio coludida con los gobiernos corruptos son las realidades que Bretón jamás imaginó cuando djo que México era un país surrealista por antonomasia, se quedó corto, somos un país diabolicamente surrealista, ignorante, conformista y pobre.