Antonio_Guzzo - 2007-09-09 00:00:00
SARA DICIERO
Sara invita, sin proponérselo, a las adjetivaciones y toda suerte de mecanismos del leguaje disponibles para la exaltación de los sentidos y las emociones.
Estoy detrás de una pantalla y veo solo lo que ella me permite y la cantidad de sus obras (31) en este sitio. Ello es mas que suficiente para conocer el espíritu y densidad del trabajo realizado por Sara Diciero el cual, visto el goce con que lo realiza, podemos no considerarlo tal sino una feliz voluntad hacedora. Desde este punto de vista coincido con el Manifiesto de Artistas de la Tierra.
"Evidentemente la obra plástica mostrada en una pantalla de ordenador pierde la dimensión pero no la idea, por lo tanto si una de las necesidades más primarias del artista es comunicarse...."
Sara domina el color, las herramientas, el soporte, el espacio mas no puede dominar sus emociones que son intensas, tan intensas como el mar, como el cielo, como la tierra, los minerales y también como los títulos utilizados para cada obra.
Dentro de todo este mundo abstracto pero lleno de vida como volcán en ebullición que se deja observar con avidez, existe otro mundo, el mundo que nos mira, un mundo lleno de rostros, de miradas escondidas o solo ojos ensoñadores u ojos angustiados, otros terroríficos, o en acecho cuando no un rostro completo que invita a compartir su sentimiento, su dolor o alegría, melancolía, sufrimiento... Cuantos mas nos miran desde su obra...
Todo este universo es el que motoriza el alma y el cuerpo de Sara y le lleva, por no decir le obliga, a desplazar todos los colores y matices en cada obra y el coral, la gema, la lava, los cielos y sus tormentas el mar y sus olas son un bosque en el cual lo humano esta observándonos para entablar con nosotros los "observadores" un dialogo, el mejor diálogo, el de la mirada, el del corazón.