castro - 2010-11-03 00:00:00
Los amantes, con sus cuerpos en forma de corazón, uniendose...de corazón a corazón...la gama de azules, blancos, blancos violetas y rojos le dan mucha fuerza a la obra.
Interesante la forma de expresarte,
Castro
Ardaiz - 2008-11-26 00:00:00
Juan Carlos, que significativas son tus imagenes, esa deformaciòn que logras de los cuerpos enlazados,no hacen mas que llamar la atenciòn del espectador, Felicitaciones, muy buena obra. monica
JORGE-ERNESTO - 2008-05-23 00:00:00
“Los amantes”, han sido fuente de inspiración de escritores, pintores y poetas, desde tiempos remotos;
“¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos? / Ellos se toman de la mano: algo habla / entre sus dedos, lenguas dulces lamen la húmeda palma, corren por las falanges y arriba está la noche llena de ojos. / …Los amantes rendidos se miran y se tocan / una vez más antes de oler el día…”. (Escribía, Julio Cortázar, en un fragmento de su poema “Los amantes”).
Por su parte, Juan Carlos Ñañake Torres, en su obra “Los amantes”, le hace un guiño al expresionismo más significativo y nos remite irremediablemente a recordar a Die Brücke y Der Blaue Reiter, las agrupaciones de artistas más importantes del expresionismo que surgiera en Europa en los años anteriores a la Primera Guerra Mundial.
Esta obra se antoja revestida por un austero y contradictorio cromatismo, en la recreación el amante lleva la emoción a flor de piel, de ahí, el rostro colorado, con gesto atento, embobado, ofreciéndole a su amada una flor amarilla, ella, mirando la luna, soñando despierta en un gesto de estar en las nubes, se muestra interesante a la vez que receptiva al amor que le toca vivir en el universo del pintor.
Obra de trazos toscos, con sus perspectivas alteradas y sus deformaciones enfrentadas a la figura elaborada, imponiendo su preeminencia en el volumen, donde el dominio de la expresión espontánea y exaltada, da lugar a gestos emotivos y sublimes, tan expresivos como las manifestaciones en el amor.
El pintor en esta obra, busca desarrollar la capacidad expresiva de sus personajes, "los amantes", potenciando el color y simplificando brutalmente la forma, que sigue dislocadas líneas en su pensamiento, que a su vez, le conducen a una exageración deformante, que pasa a ser presencia espiritual de su obra.