Interconexión, mecánica de la unión, dentro de una determinación de diversidad. Lo distinto se encuadra en lo que es por sí mismo, permitiendo aperturas hacia otros mundos.
Nada de lo que es está por casualidad, pero está claro que existe porque todo es parte de la belleza del uno, de la iluminación celestial.
No hay nada al azar, aunque aparentemente exista el caos, nada está por que sí, todo es fruto de un engranaje perfectamente sincronizado, que actúa de diferentes formas, para buscar lo mejor en la calidad de lo perfecto, en el camino de la belleza.
Formas, geometrías, alegorías de la estructura, conjunto de estructuras que son parte de la voluntad, que forman la idiosincrasia de lo existente, que se materializan, pero que, a la vez, están siempre ahí, allá, por aquí, en todas partes, en cada momento y lugar, en cada determinación.
De lo que existe, causa y efecto, sincronía y equilibrio. El universo es equilibrio, todo sucede por una causa, todo está perfectamente delimitado y, sin embargo, es libre.
La interconexión es parte de la verdad, de la pureza de la existencia, porque la vida, el cosmos, lo espiritual y la materia es consecuencia de la armonía que reside en lo lumínico.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)