Paisaje ucayalino, indómita selva, frondosidad, colores vistosos, el morado, el cosmos penetrando en la espesura, verdes, amarillos y azules, abstracción, materia, energía, vibración y transmutación.
Inexpugnable, fuerza indómita, hasta lo más sutil de lo selvático, paso complejo, región silvestre y salvaje, telón laberíntico, alegoría de El Dorado, incas y españoles, franciscanos y dominicos, fuerza de la naturaleza como parte de un todo engalanado que demuestra su poder.
Río Ucayali, comunicación vital, conexión con Iquitos, madera, barcazas, occidentales y hamacas, mercaderes y animales, pero, también, conexión cósmica vibracional.
Somos uno, la naturaleza es uno con el inmanente, no hay división ni complejos, tan solo fuerza y determinación espiritual que lo puede transformar todo en el oro de lo que es realmente.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)