Sirena explosiva, alucinada, envuelta en la corriente del río Ucayali, Perú, situado en la confluencia del río Tambo y el río Urubamba, emplazado al este de la cordillera andina.
Sirena energética, fragmentada, geométrica, visual, gestual, sorprendida, pero, a la vez, eléctrica, que navega con la intensidad del fuego que se apaga en el agua, pero que se transforma, regenerándose cual Ave Fénix.
Energía pura, energía explosiva, luz, luminiscencia, diosa dévica, madre que es garante de la existencia, diosa de nuestro subconsciente, de los sueños chamánicos y reales, que se entregan a danzas desenfrenadas.
Río que fluye hacia el norte peruano, armonizándose en danza gestual con el río Marañón, originando el mítico río Amazonas.
Sirena del Amazonas, sirena de la naturaleza, madre dévica que nos guía a los desamparados humanos por la lámina de agua redentora.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)