Ojos que miran dentro de otro ojo, estructuración digital geométrica en la que se vislumbra la fuerza de la espiral insinuada. Energía, ojo que todo lo ve, ojo védico, ojo de los dioses de la naturaleza.
La energía que todo lo vislumbra transformándolo, en el horizonte de la mirada, en la determinación del alcance de la sucesión constante. Una transformación que sube y baja, se posiciona, se concentra para ser ojo que vaya más allá de las evidencias, que traspase fronteras, acompañado por el ojo que se proyecta mediante la noche, gracias a la visión de Búho.
Somos el resultado de múltiples visiones, de la noche, del día, esta es de la noche encendida, de pasos que se encaminan a un encuentro, de un torbellino que se vislumbra en lontananza.
Es el andar de la fiesta, celebración, ritmo, determinación y gesto. Búho alegórico, evidencia musical, encuentro, circunstancia, fortaleza de la marcha, ojos que todo lo ven, ojos del malecón, visión, energía, ojo de buey, formulación de la transición.
Viajamos sin miramientos hacia emblemáticos países, buscando la fuerza, cuando está en nosotros. De ahí la noche, meditación, encuentro, composición de búho, nos engullimos a nosotros mismos, pero estamos, flotamos y evolucionamos.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)