JORGE-ERNESTO - 2008-11-19 00:00:00
"Para la libertad sangro, lucho y pervivo./Para la libertad, mis ojos y mis manos,/como un árbol carnal, generoso y cautivo,.../Para la libertad, siento más corazones/ que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas,.../ Porque donde unas cuevas vacias amanezcan,/ellas pondrán dos piedras de futura mirada,/y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan/ en la carne talada./Retoñaran aladas de savia sin otoño,/reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;/porque soy como el árbol talado que retoño: /Aún tengo la vida." Miguel Hernández..
La obra, “Hacia la libertad”, es un pensamiento, un deseo, un grito, o quizá un sueño enquistado en el sub-consiente del artista, una metáfora que se diluye esquiva entre el pincel y los dedos del artista como reclamo colectivo para representar la idea.
Laberinto de rojos que se sublevan rasgando el horizonte en la frontera con el amarillo que ataja a la luz congelando en su destello un universo de sueños, que cuece fantasía en un oasis de fuego escoltado por un circulo que levita atrapado en el espacio; parto de la imaginación en los contrastes del contraluz, que nos deja en el centro el aroma de solead de una silueta negra, de un pensamiento que huye, una sombra que camina hacia la libertad.
Esta Obra se mece en las delicadas fauces artísticas que oscila entre el expresionismo abstracto y el simbolismo abstracto, matizando la idea con ribetes de cierta iconografía indigenista, donde el pintor aprovecha la fuerza del color para resaltar detalles y hacer aflorar la fuerza de la imaginación a través del viaje óptico que va a la caza de las emociones
Gabriel Cano Flores, logra captar la atención del espectador seduciéndolo con el misterio de su universo artístico para que cada quien en la abstracción de su trazo estructure su fantasía a su manera.
Enhorabuena.