(En mi búsqueda consciente de expresión, he llegado a la conclusión que el cuadro debe carecer de entorno definido y proyectarse en el espacio sin limite, es decir sus demarcaciones espaciales no deben acabar mas donde la mirada termina, limite agotado desde mi trabajo, si no que es ahí, precisamente, donde comienza la obra a ser ella misma y se inicia la sugerencia cómplice del espectador. Esta reflexión intelectual actúa como quiebra con el pasado que defino como rutturalismo)