totichopas - 2009-04-27 00:00:00
Sigo con mi diálogo diciendo que eres además un cirujano de la definición, además de un creador en todo tu estilo.
Felicidades y reitero GENIO
Otro abrazo
rafaelpiedehierro - 2008-02-20 00:00:00
La naturaleza viva de Kelity, nos aproxima a la realidad en el Planeta, son muchas las voces que nos alertan del mal y desaparición de las especies vivas. En esta obra el creador nos da una visión de una realidad a nivel global. La materia es importante pero sin llegar a convertirse en el tema y en el único contenido de la obra: si bien ésta, el grafito , sale de la superficie , no se lo plantea como una necesidad exclusivamente plástica sino como fruto de una expresión sugerente y necesaria para un lenguaje como el suyo, sirviendo como proceso de estructuración y de disolución al mismo tiempo, dentro de un clima evidentemente angustioso, y sin embargo, nunca precede esta angustia ni del caos, ni del desorden compositivo. La obra de Ladislao Kility va naciendo como una necesidad emocional en la que la realidad
existe como fuente de posibles prolongaciones más allá de ésta, pero igualmente existentes. Un cordial saludo, enhorabuena.
Goyo - 2007-03-21 00:00:00
¿Cabría, ante estos intimidantes dibujos, exclamar aquel aforismo gótico: "el mundo es el abismo del alma"? Su sentido ornamental es el que nos lleva a la imaginería gótica, que según Worringer, define como irracionalidad estética, es decir, la capacidad para situarse más allá de lo que entendemos como nuestro concepto de la belleza.
Es como si el artista, procedente de un ambiente hostil y duro, tuviese en su mente toda una fantasmagoría del horror, de la muerte y de la crueldad, simbolizada en esos animales y seres que habitan un espacio intemporal, de luchas y encuentros, de tránsitos y carreras, dibujados con un virtuosismo que los hace todavía más terribles y atormentadores.
Modela un amplio escenario, fruto de un sentido introvertido y cuasi religioso, que tiene como fin nuestro amedrentamiento, nuestro desasiego, pero también la revelación de unas emociones y sentimientos similares a las que producían las gárgolas y monstruos de las catedrales góticas. Esa como si fuesen retablos sobre la naturaleza animal, retratos que nos dejan inmersos en un monólogo expresado con la mirada.
Quizás ése sea una parte del infierno que buscamos y que hasta ahora nunca nos habíamos atrevido a imaginar.