Desde muy pequeño me gustó observar la naturaleza y todo lo que en ella habita, por suerte siempre he vivido en un pueblo y esto me ha sido relativamente fácil, en casa siempre teníamos: conejos, gallinas, perros y gatos.
Una de las cosas que más me fascinó es la elegancia del gato, su mirada, siempre atenta y vigilante, como esperando que en cualquier momento pase algo, siempre preparado para cualquier situación ya sea la defensa o el ataque.
Esa mirada es lo que he querido resaltar en esta obra, y por ello no he dado especial importancia a los perfiles, sino que por el contrario he dejado que la imagen se integre en esa atmósfera de niebla formando parte del entorno casi camuflando al animal para dar todo el protagonismo a la mirada.
Joan Hurtado
CANANO