jcgonzalez - 2008-02-11 00:00:00
La encina, que conserva más un rayo
de sol que todo un mes de primavera,
no siente lo espontáneo de su sombra,
la sencillez del crecimiento; apenas
sí conoce el terreno en que ha brotado.
Con ese viento que en sus ramas deja
lo que no tiene música, imagina
para sus sueños una gran meseta.
Y con qué rapidez se identifica
con el paisaje, con el alma entera
de su frondosidad y de sí misma.
Llegaría hasta el cielo si no fuera
porque aún su sazón es la del árbol.
manuelmata - 2008-01-15 00:00:00
E xtremadura,extensa,extrema y dura tierra.
N unca te olvides de los artistasdelatierra!!
C alla el campesino,al campo dolorido bajo el sol.
I maginan un mañana mejor,encina silenciosa.
N ace un nuevo día!
A ngel González,conversa con esta encina.
Manuel Mata Gil
Salud os!!