Angelglezz - 2008-01-21 00:00:00
En torno a estos fragmentos, esta vorágine de poses, estos contorsionistas moldes en los que rezuma el alma a borbotones, Yoel se decanta por la figura y sus múltiples interpretaciones. Desde los comienzos del arte prehistórico la figura humana ha sido un de los grandes pilares desde el que apoyarse para observar la vida y sus vaivenes.Y lo hace con mucha maestría y sentimiento, casi fundiéndose a sí mismo con el lienzo. Una alegría para la vista y el corazón .Felicidades por la obra.