En este cuadro se contempla las cerámicas antiguas realizadas y pintadas a mano del jarrón y el plato con el clásico tono beige que denota antigüedad.
Estas cerámicas están rodeadas de volumétricas manzanas de diferente clase y color con sus brillos y sombras apoyadas en una tela clara con pliegues que envuelve el cuadro.