Minima aproximación a la desnudada maja que pintó el de la Quinta del Sordo. Minima por el tamaño de esta versión (aproximadamente un DIN A4) pero extraordinaria la experiencia de recorrer la piel de la maja fémina que, si bien no un modelo clásico de belleza, tiene todos los ingredientes precisos y preciosos para una sesión erótica como las que más. De veras fue toda una exploración pictórica y vital. Me trasladó a un cielo contranatural, vacío y dorado como las cosas que no existen. Óleo sobre tela (40x25). 1983.