II
Regresa la asamblea el íntimo aposento.
La Curia se retira de la mansión Papal,
mil lujosos tapices de artistas consagrados
adornan las paredes del recinto privado
de cada cardenal.
Mil jóvenes acólitos retiran amorosos
las delicadas prendas de cada monseñor.
los ropajes preciosos: el báculo, la mitra,
el cíngulo, la estola, el manípulo, el alba,
el sagrado toisón.
Azorados y tiernos se miran los novicios:
¿quién será el elegido para el goce inmortal?.
Monseñor los recorre con paciencia infinita.
Una leve sonrisa es la mejor señal.