Como homenaje a su tierra natal, la artista representa los símbolos patrios de Venezuela, en dos planos, esta composición tiene al Araguaney (árbol nacional) de fondo, con su color amarillo característico, para dar marco al turpial con su brillante plumaje amarillo, negro y blanco y a la orquídea con sus colores lilas y amarillos, todo esto tras un fondo de tonalidades azules que hacen resaltar los tres elementos.