FERNANDO - 2007-09-12 00:00:00
Hablar un poco de la obra del maestro Ricardo Alipio Vargas, conlleva un sinnúmero de argumentos que se deben buscar a través de su trayectoria artística, y no es una tarea fácil de lograr.
Toda su obra en si tiene una manera de ser. Es un artista inquieto, ensayista y de una gran creatividad.
Y es que tomar el verbo y volverlo materia no es cosa simple, para ello Ricardo Alipio adapta el poema Ritornelo de León de Greiff en una obra de arte visual, acompañándola de Rosas pintadas sobre papel, otras hechas en plastilina, cerámica, etc.
Las huellas de unas rosas impresas abstractamente se dejaron ver en el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga y a estas se anexaron de forma intempestiva las vendedoras de rosas con flores reales que haciendo el ademán de venderle a los espectadores los impresionaron por su magistral entrada al “performance”, que fue tomando a cada instante “vida” de la mano de un gran artista santandereano.
Luego se vieron las tejas de barro extendidas en el piso donde yacen mudas absortas y desprendidas de toda utilidad, obsoletas, pero llenas de un enigmático aspecto estético ocupando un espacio dentro de la obra, donde son rociadas, no con la lluvia de la cual deben protegernos, sino de flores, recordándonos que las cosas obsoletas y que creemos inservibles siempre estarán disponibles en todo momento para realizar buenas acciones con ellas, un techo le cae bien a los que mas lo necesitan. Enhorabuena maestro.