Josep Maria es padre, esposo, abuelo, pintor, cocinero y muchas cosas más, entre ellas... golfista, con perdón. Muy querido por quienes lo conocen o comparten alguna porción de sus vidas con la suya. Y entre quienes más le quieren está su hija Laia, la que me encargó un krikto al uso para conmemorar sus 60 años y golfeando...