Estos paneles de ladrillo vidriado polícromo del palacio de Darío I en Susa. de la dinastía aqueménida persa. Siglo V a.C., son dos esfinges con cuerpo de león alado y cabeza humana. Animales con cabeza humana, hiciero su aparición en el periodo neo-sumerio, posteriormente en relieves dinásticos en forma de toros con cabeza humana. Estas esfinges, deidades guardianas, llevan un tocado divino, sus expresiones serenas y benevolentes, confirman su condición como espíritus benéficos. Inspiradas en el canon real, más idealizado que realista, conforme a los estereotipos establecidos en todos los relieves de ladrillo en Susa, y en los relieves de piedra de Persépolis, como imágen de la grandeza del imperio.