El actual barrio de La Chanca ocupa el lugar del antiguo arrabal musulmán Al-Hawd, que junto La Medina y el arrabal Musalla formaban la Almería musulmana del XI (Al-Mariyat, espejo del mar).
Tras la conquista cristiana en 1489, Almería entró en un lento e imparable declive, agudizado por dos terribles terremotos en el XVI que la devastaron y destruyeron la mayor parte de las construcciones árabes, convirtiendo a la ciudad en un desolado rincón de lo que, más tarde, será la Andalucía Oriental.
No será hasta el XIX en que de nuevo Almería resurgirá debido a la extracción de mineral, lo que mejoró la economía y atrajo a nuevos habitantes. Pero tras varías décadas, la minería se agotó y Almería entró en un nuevo declive. En los primeros años del XX y, sobre todo, tras la Guerra Civil, se fueron estableciendo gitanos en los restos abandonados del antiguo arrabal Al-Hawd hasta continuar viviendo en lo que hoy se conoce como La Chanca.
El actual barrio, bastante dignificado actualmente, conserva su trazado original y aun pueden verse las antiguas cuevas, junto a un conglomerado de casas coloristas que serpentean la colina.