LA MELODIA LLORONA Y MILONGUERA
IRRESISTIBLEMENTE LOS INVITO A BATIR SUS ALAS,
DOS AGUILAS QUE DANZABAN ALEGRES EN EL AIRE
SIN IMPORTARLES LOS MURMULLOS Y MIRADAS.
GIRABAN MIRANDOSE A LOS OJOS
EN UNA DANZA DE SEDUCCION TANGUERA
Y CUANDO EL AVE HEMBRA SE ARRIMABA
EL MACHO PROTECTOR, EN SU TRONCO LA ACOBIJABA.
EXTENDIO SUS ALAS Y EN TORNO A ELLA LAS CERRO PAUSADAMENTE,
ELLA SENSUAL, ERGUIDA, CON CADENCIA MILONGUERA,
CRUZO SU GARRA POR DETRÁS DE SU MACHO COMPAÑERO,
Y AMBOS VOLARON ACOMPASADOS, COMO SI FUESE UN SUEÑO.
ERAN LA ENVIDIA DEL RESTO DE LAS AVES,
DOS AGUILAS QUE COMO NADIE CRUZABAN POR LOS CIELOS
AL COMPAS DE UN BANDONEON ARRABALERO
ENTRE NUBES Y SOLES UNIAN SU CORAZON TANGUERO.
RG