En esta obra quiero exaltar la sublime belleza de los girasoles. Aquí ellos se recogen alrededor de uno en común, como si fuese su sol, su rey, todos puntando hacia una misma dirección, con un objetivo en común, todos unidos mancomunadamente sin discrepancias ni individualismo. Ellos nos dan un ejemplo de unión y fraternidad el cual debemos asumir nosotros mismos en busca de nuestro sol común, nuestro girasol particular llamado la “paz”