Cuando le pregunté a Isabella (La hija): “Cuál de todas estas obras se parece más a Yarime (La Madre)?” Ella dijo sin dudar: “Está: Un alma en libertad”. Y es cierto, la libertad, palabra enigmática y dulce que todos saben que es, pero nadie es capaz de definir. Esta palabra invoca imágenes de un camino luminoso, áureo, sin ataduras. Si hay una voz que se acerque a este complejo concepto es ella, y los que como ella pueden ver a través de las mascaras ajenas sin censurar, sin descalificar.
A esos espíritus está dedicada esta exposición, a los que están llamados a ser libres, y a ser luz para los otros.
A los héroes de todos los días:
USTEDES (Nosotros)