Todas las historias épicas que no son más que fragmentos de una historia mayor, comienzan con una crisis. Un algo doloroso para alguien, que lo lleva a levantarse en armas, a construir ídolos o a hurgar en su propio ser en busca del equilibrio. Su-frida esperanza, autorretrato en que Yarime interpreta a Frida Kahlo, dolorosísimo personaje en la historia del arte, es el punto de partida de esta exposición que viaja, partiendo de una profunda crisis, a través de distintos estadios de un alma que refleja el transito épico de toda una cultura. A partir de la crisis surge el genio creativo, pues las crisis obligan al cambio. En el marco de su cotidianidad, en esta mágica provincia llamada MACONDO, la única en el mundo que siendo costera no llega al mar, una artista decide re-conocerse y es cuando le salen al paso voces que tratan hacerle retroceder, pero como aquel juglar legendario, no se arredra, ni siquiera cuando siendo parte de un grupo, se ve obligada a dejarlo, y a quedarse sin grupo y sin compañeros. Entonces la artista aprende a ver más allá de las mascaras y sabiendo ahora que es ella la medida de todas las cosas, empieza a caminar por la vida oronda y risueña, pero el peligro no ha pasado. Todavía es posible encontrar en otros lo que no se ve en uno mismo, para hacerse ídolos de barro. Pero cuando por fin comprende que no está en manos de nadie, sino en las suyas, su propio destino, mira su aldea y sabe que es allí donde hallará su universalidad. Entonces descubre que lo único que le impide florecer son sus propios miedos, carceleros de sus sueños, y levanta sus ojos a lo alto y encuentra una razón para creer. Es entonces cuando aprende a confiar y a sonreír, comprende aquello que llaman ESPERANZA, FE, DETERMINACION y AMOR que es DIOS, su Dios, mi Dios, nuestro DIOS y que no es otra cosa que el AMOR AMOR que divierte para no acordarse de la muerte. Y todo se vuelve fiesta es entonces cuando sintiéndose libre en su interior comienza plenamente el vuelo: Un alma en libertad”. Libertad, palabra enigmática y dulce que todos saben que es, pero nadie es capaz de definir. Esta palabra invoca imágenes de un camino luminoso, áureo, sin ataduras. Si hay una voz que se acerque a este complejo concepto es ella, y los que como ella pueden ver a través de las mascaras ajenas sin censurar, sin descalificar. A esos espíritus está dedicada esta exposición, a los que están llamados a ser libres, y a ser luz para los otros. A los héroes de todos los días: USTEDES (Nosotros)