El rayo de la muerte ilumina la escena, control climático y los escombros de los herederos del fatalismo: como un gran huracán se avecina el nuevo mundo, la fe de una última esperanza que logre transformar el abismo del porvenir: toda intencionalidad de refugio e ascensión como medida de autoconservación caducara como testimonio a la narración del destino del hombre.