Ellos son tímidos, les cuesta mostrarse, es por eso que cuando se me presenta la oportunidad de pintarles la aprovecho, saboreándola de un modo especial, disfrutando cada pincelada como un gran pequeño tesoro.
Tumbados junto en el muelle, descansando, ajenos al mundo, sintiéndose cálidos y atractivos se dejan transportar a un retazo de paraíso oculto tras un lienzo que se hace visible solo a través de los pinceles