Esta obra es casi un sainete visual de las apetencias mundialistas de la globalización, la relación de los objetos es bastante sarcástica, burlona, podemos observar un espacio, un rincón de la habitación de una casa donde aparece empotrada la representación de la archifamosa barbie, y todo conocemos que las proporciones de estas muñecas son las que han causado en el mundo la gran crisis de personas con bulimia, con anorexia, porque aspiran a ser así, como un canon de belleza, pero en esto caso esta representada en un contexto tercermundista, y como personaje tercermundista ya ha perdido la línea y se aferra a un supuesto aparato de hacer ejercicio, que no es tal, para seguir teniendo el abdomen que ella imita. Esa representación de la barbie viene a ser alguien del tercer mundo que se ha aproximado a esa imagen pero que esta obsesionada por conservar esa parte del cuerpo que es tan importante.