Un retrato es una pintura, fotografía u otra representación artística de una persona.
A menudo se captan los rasgos de la cabeza del retratado, sin muchas pretensiones artísticas. La intención es representar la apariencia física de la persona, y sólo a veces intentan representar su personalidad.
El arte del retrato floreció en las esculturas romanas, en las que los retratados demandaban retratos realistas, incluso si no les favorecían. Durante el siglo IV, el retrato cedió terreno en favor de la idealización del aspecto del retratado. Basta comparar los retratos de Constantino I el grande y Teodosio I. Los retratos que realistas reaparecieron en la Alta Edad Media, en Burgundia y Francia.
En Occidente uno de los retratos más famosos es La Gioconda de Leonardo da Vinci, que es de hecho el retrato de una mujer desconocida.