Francisca Blázquez, de la Forma Color al Dimensionalismo
25 de Mayo del 2007 a las 11:20:22 0 Leído (496)
Expone obra pictórica del 17 de abril al 8 de mayo de 2007 en Madrid
Francisca Blázquez, de la ‘Forma Color’ al ‘Dimensionalismo’ en Giotti
La autora multidisciplinar madrileña expone del 17 de abril al 8 de mayo de 2007 en Giotti, local de moda dirigido por el conocido estilista Sergio. Presenta como novedad su anterior serie titulada ‘Forma y color’ y algunas obras recientes del Dimensionalismo.
En la serie ‘Forma Color’ muestra su actitud dinámica, siendo partidaria del movimiento, de los colores intensos, que delimitan la composición zonalmente, abarcando espacios, buscando una expresión evidente de geometrías contemporáneas a cada instante, que se sitúan en la efervescencia de lo sensible o en la espiral dirigida de la forma como tal y el color como estado de ánimo.
Se trata de una serie efervescente, sugerente, enfocada hacia el contraste continuo, en el que las formas se suceden, y, dentro de este contexto, la presencia del blanco y negro como acicate.
El blanco es considerado espacio, mientras que el negro es la materia, ying y yan, buscando y conformando un equilibrio evidente, que se auto-controla para expandirse, es decir buscarse, enfocándose hacia la propia evidencia.
Su dinamismo es constante, hasta tal punto que se sumerge en la pléyade de sugerencias formales que se sitúa en el límite de los sentidos.
Mientras que el Dimensionalismo es la superación de la dinámica matérica para posicionarse dentro de la línea ascendente del camino recurrente enfocado hacia la dinámica espiritual, en la que la artista abandona el juego de opuestos como centro de su discurso para, a partir de los mismos, centrarse en la iluminación.
Realiza creaciones de gran fantasía, en las que constatamos la presencia de formas que flotan en el espacio, que parecen posicionarse entre varias dimensiones, situarse en la espiral del conocimiento, en la fuerza de la aventura instalada en la constatación de la propia evidencia. Es decir que establece los parámetros formales derivados de la iluminación a partir de su posicionamiento formal.
Refleja dimensiones que existen pero que no vemos, otras procedentes de su mundo de fantasía, también dimensiones surgidas en el marasmo del cambio energético, situado en el punto culminante de la transformación.
Últimamente viaja al mundo celestial, a las dimensiones angélicas, buscando conexiones entre las dimensiones sutiles y nuestro mundo. Sin embargo su geometría no está anclada en la tierra, sino que viaja libre por el espacio, representando aquello que le es transferido por los dioses y que necesita comunicar a la humanidad para establecer los parámetros sensibles que nos permitirán profundizar en la propia evidencia de nuestra aportación interior.
Somos individuos que estamos sometidos a la variación de lo emergente, para ir avanzando por etapas en los caminos laberínticos o preclaros de otras dimensiones. De ahí que las formas geométricas sean una excusa de la creadora madrileña para adentrarse en los vericuetos del espíritu, formándonos con alegorías instaladas en vectores y sectores, en zonas determinadas concretas o no, que fluctúan o bien se reconocen como auténticos prismas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
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